Marín, Rubén

14 de abril de 2008
Marín, otro que se lava las manos

"Usted me pregunta si voté a Tierno, por supuesto que no lo hice en la interna pero sí en la general. Yo al peronismo lo voto lista completa, me guste o no el candidato", le dijo el ex gobernador Rubén Marín al diario La Reforma en una entrevista que se publicó hoy.
Ninguna novedad, ninguna sorpresa: desde hace largo rato Marín y Tierno son cómplices de lo que han hecho en la provincia.
Tampoco es novedad que ahora Marín trate de sacarse responsabilidades de encima y hacerlas recaer en sus amigos/enemigos internos.
El ex jefe del PJ le dio con un caño a Carlos Verna, que alguna vez fue su delfín: "una vez obtenido el cargo -lo acusó-, la dedicación del gobierno provincial fue tratar de destruir a Convergencia. Simularon lo que no eran o mejor dicho, disimularon lo que eran", planteó, en el lenguaje que suelen utilizarse las familias de mafiosos cuando se dicen las cosas a medias pero cargadas de mensajes.
"Hay dos clases de lealtades -siguió su llanto Marín, citando a Perón-; la que nace del corazón que es la que más vale, y la de los que son leales cuando no les conviene ser desleales. Estos últimos son los leales 'presupuestarios'".
También admite la "sospecha" de que hay un arreglo de la Plural "para facilitarle a la oposición que obtenga la intendencia de Santa Rosa". "Nadie cree en las razones que alegó Verna para abandonar la presidencia del Partido Justicialista", aundó por si hacía falta.
Y cuando le preguntaron por su "padrino" Carlos Aragonés, ahora presidente del PJ pampeano, tiró una respuesta poco creíble, pero en la misma línea de no hacerse cargo de nada: "con Aragonés debe hacer cuatro o cinco años que no hablamos de política", dijo. Se ve que cada vez que se juntan de lo único que hablan es de fútbol y de burros. O de negocios.

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