Extracto de la nota "Buenos Muchachos". Revista El Fisgón. 10/13/2006
Martes 13 de mayo de 2008
Canoba tenía razón
Mario Canoba acusó en agosto del año 2006 al dirigente Eulises Guiñazú (foto) de integrar "grupos de tareas" en la época de la dictadura militar, cuando La Pampa era parte de la Subzona 14. Por eso pidió la desafiliación del PJ de Guiñazú, que es presidente de la unidad básica de Villa del Busto. Guiñazú le inició una querella, denunciándolo por injurias.
Hoy, el juez Carlos Flores le dio la razón a Canoba: no sólo lo absolvió interpretando que hizo uso de su derecho de expresarse libremente, sino que además señaló que Guiñazú queda comprometido seriamente a partir del testimonio de algunas víctimas de la represión y de sus propios compañeros de tareas.
Guiñazú era policía en aquel momento y fue designado en el Grupo de Operaciones e Informaciones. Se defendió diciendo que, aunque interrogó a detenidos políticos, lo hacía “en base al cuestionario que ellos me daban”.
El juez Flores dijo que “si bien las expresiones (de Canoba) contenidas en un reportaje pueden estimarse como inapropiadas o excesivamente duras, la conducta endilgada a la querellada no merece reproche, dado el contexto en que fueron expresadas y teniendo en consideración que sólo ha descripto hechos objetivos acordes a la realidad histórica y no adquieren entidad vulnerante del honor y crédito del querellante ni idoneidad para así hacerlo”.
Canoba tenía razón
Mario Canoba acusó en agosto del año 2006 al dirigente Eulises Guiñazú (foto) de integrar "grupos de tareas" en la época de la dictadura militar, cuando La Pampa era parte de la Subzona 14. Por eso pidió la desafiliación del PJ de Guiñazú, que es presidente de la unidad básica de Villa del Busto. Guiñazú le inició una querella, denunciándolo por injurias.
Hoy, el juez Carlos Flores le dio la razón a Canoba: no sólo lo absolvió interpretando que hizo uso de su derecho de expresarse libremente, sino que además señaló que Guiñazú queda comprometido seriamente a partir del testimonio de algunas víctimas de la represión y de sus propios compañeros de tareas.
Guiñazú era policía en aquel momento y fue designado en el Grupo de Operaciones e Informaciones. Se defendió diciendo que, aunque interrogó a detenidos políticos, lo hacía “en base al cuestionario que ellos me daban”.
El juez Flores dijo que “si bien las expresiones (de Canoba) contenidas en un reportaje pueden estimarse como inapropiadas o excesivamente duras, la conducta endilgada a la querellada no merece reproche, dado el contexto en que fueron expresadas y teniendo en consideración que sólo ha descripto hechos objetivos acordes a la realidad histórica y no adquieren entidad vulnerante del honor y crédito del querellante ni idoneidad para así hacerlo”.
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